Por amor al arte
De un certero bocado, le arrancó el pincel. Dibujó con saliva en sus labios y convirtió en lienzo su piel.
Dos mentes dispuestas a todo, sabían que el universo es demasiado grande para no confiar en las casualidades y ya más nada les impedía creer.
La carne débil, su excusa perfecta.
Las cartas acabaron sobre la mesa, el último cerró la puerta y fueron uno por primera vez.
Entre suspiros y sudor estaban las respuestas, en este juego ganaron las dos partes porque la razón por la que se amaron esta vez, fue por amor al arte.